En muchos casos la rotura del implante mamario se presenta sin síntomas evidentes: es precisamente esta ausencia de síntomas lo que hace aconsejable una revisión anual con su especialista.
Esta revisión consiste en un examen rápido y mínimamente invasivo. Si tras la revisión no hay signos de rotura, no habrá necesidad de realizar más pruebas. Sin embargo, si un ultrasonido plantea alguna sospecha deberá realizarse una resonancia magnética para confirmar o descartarla posibilidad de rotura. En el caso de los implantes mamarios rellenos con solución salina, es sencillo darse cuenta rápidamente, ya que la solución salina se sale de la carcasa que la envuelve y es absorbida por el cuerpo; la prótesis, por lo tanto, pierde volumen en cuestión de horas o a veces de días. Sin embargo, la rotura de una prótesis de gel de silicona suele ser asintomática y no se percibe.